La mejora de la experiencia, la satisfacción y el compromiso del cliente son beneficios claros de la logística omnicanal, ya que los clientes demandan esencialmente este modelo logístico. Sin embargo, los minoristas también pueden beneficiarse de un modelo omnicanal de muchas otras formas, por ejemplo mediante una entrega más rápida y precisa, un aumento de las ventas y de los beneficios, una ventaja competitiva y la flexibilidad no solo para cambiar y adaptarse a los distintos canales, sino también para mantener niveles de inventario más bajos.
En términos de entrega, los minoristas tradicionales necesitan entre 4 y 8 horas para completar un pedido, mientras que las operaciones omnicanal mejores suelen necesitar menos de la mitad de ese tiempo, completando un pedido en menos de 2 horas desde que el consumidor realiza la compra. Esto se debe a que una cadena de suministro omnicanal suele tener un inventario centralizado, lo que significa que los responsables de logística pueden evaluar mejor la disponibilidad y ubicación de los productos y, a su vez, acortar los tiempos de distribución.
Cuando se trata de aumentar las ventas y los beneficios, un modelo omnicanal ofrece la mejor oportunidad para que los clientes compren un producto. Por ejemplo, el 67 % de los consumidores que realizan una compra utilizan varios canales para hacerlo y el 40 % elegirán activamente no realizar una compra si no pueden utilizar su canal preferido, lo que pone de relieve que una experiencia omnicanal no es solo extremadamente valiosa, sino que a veces es incluso innegociable.
Al adoptar un enfoque holístico y omnicanal de la logística, las empresas pueden recoger y analizar mejor los datos de los distintos puntos de contacto, no solo para tener una visión en tiempo real de los inventarios, sino también para saber más sobre su base de clientes. En este sentido, son capaces de responder rápidamente a los problemas, realizar los ajustes necesarios y optimizar la experiencia de cumplimiento para evitar perder clientes
Adaptar un modelo omnicanal también puede convertir la red de entrega en una ventaja competitiva de tres formas: segmentación de clientes, incentivos y asociaciones. Un modelo de este tipo se adapta esencialmente a cada cliente individual, ya que tiene más flexibilidad en cuanto a la forma de recibir y devolver sus mercancías y a lo que paga por ellas: si un cliente necesita un producto rápidamente, es más probable que pague más para poder recogerlo en la tienda el mismo día, por ejemplo. Del mismo modo, se puede ofrecer a los clientes incentivos como la entrega gratuita y descuentos si eligen taquillas inteligentes o la recogida en tienda, que suelen ser menos costosas desde el punto de vista logístico. Al trabajar con un socio logístico, tanto los responsables de logística como los minoristas pueden intercambiar datos para optimizar la planificación y las rutas de transporte, mejorando así los costes y los plazos de entrega.